Te busque, te busque, pero no, no estabas, eras invisible. Pasé, pasé y te escondiste, por eso te olvide. Pero existías, y estabas allí. Y te encontré.
Gastón Vergara.
Epitafio, Nicanor Parra, Poemas y Antipoemas, 1954.
De estatura mediana,
Con una voz ni delgada ni gruesa
Hijo mayor de un profesor primario
Y de una modista de trastienda;
Flaco de nacimiento
Aunque devoto de la buena mesa;
De mejillas escuálidas
Y de más bien abundantes orejas;
Con un rostro cuadrado
En que los ojos se abren apenas
Y una nariz de boxeador mulato
Baja a la boca del ídolo azteca
-Todo esto bañado
Por una luz entre irónica y pérfida-
Ni muy listo detonto de remate
Fui lo que fui: una mezcla
De vinagre y aceite de comer
¡Un embutido de ángel y bestia!
Cantar 7, Pablo de Rokha, Los Gemidos, 1922.
Te busqué en los mares,
te busqué en las tierras,
no te ha visto nadie
y todo lo llenas!..
Rumbo de la vida,
ilusión cansada,
¿en qué pueblo habitas
y, como te llamas?.. ...
¡seguí caminando
sin ver el camino!..
¡llorar lo pasado
y lo no vivido
con el mismo llanto!.. ... ...